jueves, 5 de febrero de 2009

El desconocido Dogson

Charles Lutwidge Dodgson estudió en la universidad de Oxford, donde se graduó de matemático y fue profesor. Se adentró en el país de las maravillas, como buen experto en matemáticas, país al que llegó a través de juegos de lógica matemática. Utilizó sus personajes para festejar un mundo de seres fabulosos, extravagantes, a veces inverosímiles, al que se puede entrar con la ingenuidad de una niña.

Escribió una curiosa apología de los Elementos de Euclides, un tanto aburrida por su extensión , y un ameno cursillo de lógica simbílica, además de varios trabajos sobre geometría , si bien es cierto que ninguna de estas obras le aseguró el reconocimiento como escritor. Os preguntareis de quién hablo; lo hago de un personaje tan tímido que no fue capaz de publicar sus libros con su verdadero nombre y utilizó el de LEWIS CARROLL.

Lewis Carroll escribió "ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS" y "ALICIA A TRAVÉS DEL ESPEJO Y LO QUE ALICIA VIO DETRÁS DE ÉL ".


Todos hemos leído "Alicia... y además tuve la oportunidad, cuando viajé a Praga, de ver una representación de las "visiones de Alicia" realizada por el Teatro Negro donde, sobre un escenario negro y a oscuras y con unas luces estratégicas, se crea un fantástico juego de luz y sonido, donde las marionetas y las acrobacias son lo que se hace perceptible al espectador.

Allí puede disfrutar de la visión que Alicia tenía de la vida; Carroll, obsesionado con las niñas, pudo desarrollar, a través de juegos de lógica ese mundo maravilloso, que ha fascinado tanto a niños como a matemáticos.

Aquí os pongo un vídeo de la representación.

1 comentario:

  1. Efectivamente, he visto sus fotografías y se parece a Lord Byron porque tiene el sello romántico en su cara y sus gestos.La niña en la que se inspiró para la historia de Alicia era la hija de un amigo suyo, el doctor Liddell. Él tenía ocho hermanas y dos hermanos, por lo tanto, se crió entre mujeres.Además fue acusado de escoderse bajo la personalidad de Jack el Destripador, ahí es nada. Gracias por hacerme conocer esta historia. Carmen.

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